Colombia ha logrado una disminución del 10% en la deforestación durante el año 2022 en comparación con el año anterior, según cifras preliminares del Ministerio de Ambiente y del Ideam. Aunque esto representa un avance positivo, aún existen casos inquietantes que requieren atención urgente. La reducción se observó principalmente en varios departamentos amazónicos, aunque el departamento de Putumayo experimentó un aumento preocupante en la tala ilegal. Otros casos preocupantes se encuentran en el norte de Antioquia y en Norte de Santander.
Durante los últimos años, las cifras de deforestación en Colombia han sido motivo de preocupación para el sector ambiental del país. En 2019 se talaron 158,894 hectáreas, mientras que en 2020 y 2021, las cifras alcanzaron las 171,685 y 174,103 hectáreas, respectivamente. La magnitud de la tragedia ambiental fue enfatizada por la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, quien reveló que Colombia había perdido 3 millones de hectáreas en los últimos 21 años, de las cuales 1.5 millones pertenecían a la Amazonía.
Aunque las cifras oficiales serán presentadas más adelante en el año, las estimaciones preliminares del Ministerio de Ambiente indican que la deforestación en 2022 fue un 10% menor que en 2021. Esta disminución se debe, en gran medida, a una reducción del 25% en la Amazonía, especialmente en los departamentos de Guaviare, Caquetá y Meta, que históricamente han sido los más afectados. Guaviare experimentó una reducción del 34%, seguido de Caquetá con un 31% y Meta con un 25%.
El Ministerio de Ambiente atribuye parte de esta disminución a los “diálogos territoriales” que se han llevado a cabo en estas regiones, con el objetivo de frenar la destrucción de la selva. Sin embargo, la situación sigue siendo preocupante, especialmente en los municipios más afectados, como Mapiripán (Meta), La Macarena (Meta), Cartagena del Chairá (Caquetá) y Calamar (Guaviare).
La deforestación estimada en estos tres departamentos durante 2022 supera el área urbana de Bogotá, con 41,406 hectáreas. Por ejemplo, Meta perdió 25,000 hectáreas el año pasado, Caquetá sufrió la tala ilegal de otras 21,000 hectáreas, y en Guaviare se talaron 13,000 hectáreas adicionales.
El departamento de Putumayo experimentó un aumento del 26% en la deforestación durante 2022, perdiendo 10,000 hectáreas. Una de las posibles explicaciones de este aumento es la expansión de cultivos de uso ilícito. En contraste, en otros departamentos amazónicos, la praderización parece ser el principal motivo de la pérdida de bosques.
En el caso específico de Putumayo, la ministra Susana Muhamad reveló que se han identificado cuatro potenciales nodos o
núcleos de desarrollo forestal para abordar este problema. Se espera que entre mayo y junio se implemente una estrategia integral en colaboración con la comunidad local. Es importante destacar que la situación en Putumayo difiere de los casos de Guaviare, Meta y Caquetá.
Otros puntos que generan preocupación en términos de deforestación son Catatumbo, en Norte de Santander; la Serranía de San Lucas, en Antioquia; y Riosucio, en Chocó. En estos lugares, la minería ilegal es una de las principales causas de la desaparición del bosque.