Expertos coinciden en que el comprador de las acciones podría ser el operador de telefonía móvil, Millicom.
Luego de la aprobación en el Concejo de Medellín del Proyecto de Acuerdo 012 que autoriza a Empresas Públicas de Medellín transferir sus acciones en Tigo Une, se conocieron las percepciones de expertos acerca de los posibles escenarios que está operación podría generar en la calidad del servicio, costos para los usuarios, incluso para el Distrito de Medellín.
Sergio Ozuna, docente de Ingeniería Administrativa de la Universidad EIA aseguró que, el comprador más probable de la participación de las acciones que EPM tiene en Tigo Une sería el operador de telefonía móvil, Millicom; y esto debido a que, es una empresa bastante sólida y la transferencia sería transparente; además los usuarios seguirían con el mismo servicio.
“Si la compra la hace Millicom, los usuarios seguirán con el respaldo de la marca Tigo y con el prestador Millicom. Esta empresa tiene un interés de ser un jugador aún mayor en las telecomunicaciones de Colombia, entonces lo más natural sería que Millicom fuera el comprador de estas acciones” aseguró Ozuna.
Hay que recordar que Millicom provee servicios de televisión e internet en más de 16 países y en materia de servicio de telefonía móvil presta el servicio a más de 30 millones de clientes en 13 países de América Latina y África.
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Igualmente, Jesús Botero García, profesor emérito de la universidad EAFIT, experto en modelos de equilibrio general, economía industrial y regulación, cree que con la venta de las acciones de Tigo Une a Millicom (el posible comprador) el servicio no va a cambiar debido a que el control y administración lo tiene esta empresa, “es decir no cambia la operación”, aseguró Botero.
“El Concejo de Medellín autorizó a la empresa a tramitar la enajenación, pero es un proceso largo que tiene todas las etapas, lo primero es conseguir quien le compre a uno. De no ser Millicom el comprador, naturalmente hay jugadores grandes y se deberá hacer una buena gestión con los terceros si realmente se quiere llevar la enajenación”, afirmó Botero.
Desde la perspectiva económica, Robert Henao, docente de Economía de la Universidad de Medellín, aseguró que, el concejo de la ciudad tomó la mejor decisión porque Tigo Une registra pérdidas acumuladas y solo generó utilidades en el año 2019; frente a este panorama se corre el riesgo de empeorar el servicio o incluso dejar de prestarlo. “El sector de telecomunicaciones no es estratégico ni hace parte del core real de la empresa”, aseguró.
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Frente a la destinación de recursos, el exconcejal de Medellín, Alfredo Ramos sugirió que se debe revaluarse la destinación del dinero de la eventual venta de las acciones de Tigo Une, “debería dedicarse a consolidar inversiones que generen mayores rendimientos. Dichos rendimientos de estas nuevas inversiones son los que se deberían destinar, vía transferencias a la Alcaldía de Medellín, a los proyectos de impacto social que el gobierno distrital incluye en su Plan de Desarrollo. Aún se está a tiempo de corregir dicha destinación”.
El representante a la Cámara, Daniel Carvalho coincidió con Ramos al indicar que, de las propuestas de inversión presentadas por el Distrito, solo la tercera está alineada con el “core” del negocio de EPM. Las demás deberían financiarse con el Plan de Desarrollo de Medellín, no con los activos de EPM.
“Hago un llamado a la Junta Directiva de EPM para proteger el patrimonio público. Los recursos de esta venta no deben convertirse en “plata de bolsillo”. Los recursos de la venta de UNE deben destinarse al plan de inversiones de EPM, no a proyectos alejados del negocio de la empresa, puntualizó.